José Francisco Ortiz, escritor.
Poesía, narrativa y ensayo del autor, su vida y su obra. Un blog de Elizabeth Conte Chassin-Trubert
viernes, 16 de enero de 2015
sábado, 26 de julio de 2014
ANTES DE VOLVER
Vincent
van Gogh (1853-1890). Pintor holandés. Cantera, los molinos, 1886.
Antes de volver sobre el último crepúsculo,
por el camino,
he vuelto a observar a las pequeñas sombras,
tristes pasajeras,
contando las horas;
las líneas del cuaderno,
los ojos del viandante,
el tiempo del retorno.
De: Bajo esta soledad (1972)
José Francisco Ortiz
sábado, 12 de abril de 2014
DE SU VOZ
Martin Johnson Heade (1819 1904). Pintor estadounidense. Orquídea y colibrí cerca de una cascada de montaña. |
Como
si un ángel
me
hubiera susurrado
los
elementales
sonidos
del amanecer,
volví
a descubrir
el
blando cauce del río,
alejándose
entre
los costados
de su
voz, indemne
y
purificada en el musgo,
asentada
en la tierra
con
sus raíces ululantes,
de
sierpes
en el
viento y sus cascadas.
Santa Cruz de Mara, 23/3/2014.
José Francisco Ortiz Morillo
(Carache, 1944).
Poeta venezolano.
miércoles, 1 de enero de 2014
DÍAS FESTIVOS
Francisco de Goya (1746-1828). Pintor español. Aun aprendo, hacia 1826. |
Nunca
es tarde, dice el ocio al amanecer,
largas
parecen las horas venturosas del día,
y
echado sobre su antiguo morral
el
hombre vive inquietos aturdimientos,
mira
el horizonte, aunque lejana está la tierra
de
las vagas promesas que su alma ansía,
no
ceja en soñar las glorias
rendidas
a su fuerza, como un manantial
fresco
que arroba la altura del cielo.
Nunca
es tarde—se dice—y un tardo rubor
asciende
silencioso y oprime su corazón
con
cosquillas hirientes de una risa extraña
que
el abandono entrega al atardecer.
Santa
Cruz de Mara, 2/9/2012
José Francisco Ortiz
lunes, 30 de diciembre de 2013
ENTRE LOS POBRES DE LA TIERRA
No basta con ver al pescador
ni mirarlo al fondo de la luz
cuando los peces arquean la red
donde reposan sus anhelos.
No basta con alcanzar
en el giro de las manos frente al sol
el cardumen incesante
del fulgor rebotado del mar.
No basta esta cercanía
de los tardos hilos al mover la luz
para conocer su antigua canción
en la piel revocada por el lastre
en el fondo de la vida.
No basta. Hay que regresar
hacia la noche y sus orillas
cuando en su tejida existencia
el ánfora celeste
lo guarda de las voces que reclaman
su íngrima fortuna
porque al amanecer será
el más feliz entre los pobres de la tierra.
Santa Cruz de Mara, 5/5/2011
José Francisco Ortiz
miércoles, 9 de octubre de 2013
LA PLANCHADORA
Una tenue firmeza forjaba
el legado del amor mientras las horas
giraban sin cesar en el rumor
de la casa, en las pajareras
anidadas en los árboles y las nubes
en huestes silenciosas cubrían
la altura indefinida del cielo,
la planchadora meditaba y sus manos
ganaban la porción de la tela…soñaba.
No le bastaba con planchar la camisa
para que los pliegues desaparecieran.
Volvía su rostro contra los carbones,
y envuelta en anhelantes suspiros
sus manos se deslizaban
sobre la tibia trama de la tela.
Retraído desde algún lugar la miraba
desde la otra orilla del tiempo
y un rubor copaba mis pensamientos.
Sólo la mansedumbre de sus gestos
tocaba a mi corazón con tañidos
de bronce antiguo. Nuestras miradas
descubrieron el escondite del silencio
y fuimos lámparas al atardecer.
Santa Cruz de Mara, 4/9/2013
José Francisco Ortiz
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