Natividad Figueroa. Pintor venezolano. Maracaibo y el Lago. |
Se dice, con cierta seguridad en lo
nombrado, que es imposible vivir sin memoria, así como el soñante verifica la
vida al despertar, lo compruebo en mi diaria faena en Maracaibo: veo su lago
que desde niño me acompaña, el imaginario que el sol ha escrito en los rostros
de sus habitantes, que alguna vez alguien la llamó la Atenas de América porque
en los barcos llegaban libros de cultura griega, y
desde entonces, los niños nacían con nombres extraños, he convivido amorosamente
con estas particularidades, porque Maracaibo sigue siendo la Ítaca que todos
llevamos en el corazón. Cuando llegué a su orilla, venía de las montañas
andinas, la primera imagen fue la de una montaña que “dormía acostada sobre un
espacio azulado”, no puede haber escritura y lectura sin la experiencia, la
experiencia del lenguaje.
Santa
Cruz de Mara, 10/07/2012
José
Francisco Ortiz Morillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario