miércoles, 20 de junio de 2012

POR BLASÓN, LA POESÍA



POR BLASÓN, LA POESÍA


Hace algunas semanas escribí una nota a propósito de las discusiones que nuestros parlamentarios deslucían en la Asamblea Nacional. No quiero ahondar en ello. Sin embargo, la recuerdo a propósito de los comentarios que aparecen en algunos medios escritos y, especialmente, en facebook derivadas de las declaraciones del poeta Luis Alberto Crespo.

Lamento la desproporcionada respuesta, porque dicho autor sólo ha hecho uso de la libertad de expresión que le consagra la Constitución Nacional y, por lo tanto, manifiesta sus predilecciones, nos agraden o se tornen reticentes a nuestros oídos.

Me parecen epítetos que tratan de reivindicar una postura política en tiempos donde la sindéresis debería mostrarse como un todo y no seguir cortando la piel de la patria, como si los gritos de unos sirvieran de lenitivo de las acusaciones que se esgrimen.

Esta actitud viene de larga data. La conocí en los años sesenta y siguientes. A los escritores y artistas que, por alguna razón, trabajaban como empleados públicos se les llamaba “los poetas del estado”. Los epítetos venían de la izquierda. Y aquello parecía como un sagrado convite de fuerzas encontradas.

De todas maneras, en este campo de la cultura, todos convivían y soterradamente trabajaban hacia el logro de sus fines ideológicos particulares. Pero que yo recuerde, había un bien común: la cultura. Y no sé porque en este instante hay tanta rabia, tanto menosprecio, porque alguien se expresa libremente, y, lo más grave, es que muchas de estas frases vienen precisamente de los hombres y mujeres que, me consta, tienen por blasón a la poesía.

José Francisco Ortiz Morillo
Santa Cruz de Mara, 20/6/12