Hiroshi Watanabe (1951). Fotógrafo japonés. El arbolito Park, Quito, Ecuador
Me apasiona el silencio
del hierro por permanecer. Sus ínfimas voces metálicas ascienden con lentitud
ante la severa proximidad del aire, borrando su poderío. Yo escucho en los días
de bruma sus tristísimos dolores. Nadie puede saber cómo he aprendido su
lenguaje, nadie puede escucharle sus borrascas internas, el fatal exterminio de
sus fronteras. Así, me ha parecido la vida del hombre. Una vez que el tedio se
instala en los blandos aposentos del sueño, la canción del infierno asciende triunfal
con sus alas de muerte.
15/08/2012
José Francisco Ortiz
Morillo
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