miércoles, 23 de enero de 2013

REX NEMORENSIS


REX NEMORENSIS


William Blake (1757 - 1827). Pintor y poeta inglés. Lucifer


El nacimiento de la política, aunque tenga sus orígenes celestes, no es ciertamente divino. Lucifer llegó a comprender que no era suficiente con ser uno de los predilectos del Señor, no era suficiente, porque, sin importar los extremos, seguiría siendo uno más en el rebaño.

La idea fue un sobresalto, un chispazo en el corazón del Ángel. Dubitativo al principio, veraz en consecuencia, tenía el germen de la liberación Pero este germen en sí mismo era una amenaza no sólo contra el Creador sino contra la armonía del absoluto, la disciplina y el infinito tedio de los cánticos. A partir de entonces uno de los dos estaba demás y, aunque no existía la democracia, el poder de ahora en adelante pertenecería al que ostentara la mayoría de entre los coros angélicos.

La frase “los gobiernos están dirigidos por hombre y no por ángeles…” no es del todo feliz, aunque la hayan pronunciado los fundadores del pueblo norteamericano y, luego, por Simón Bolívar en el Discurso de Angostura, ambos con los matices del estilo del discurso político que sustentaban, porque olvidan ese pequeño detalle de la sublevación en los arcanos celestes.

Más cónsono con las realidades humanas, James Frazer, en la Rama dorada, nos informa acerca del poder en el santuario de Diana, y se advierte en la versión popular de la copla llanera: hay que dormir con un ojo abierto y el otro cerrado.



Santa Cruz de Mara, 1//11/2012.



José Francisco Ortiz Morillo

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