REX NEMORENSIS
William Blake (1757 - 1827). Pintor y poeta inglés.
Lucifer
El nacimiento de la
política, aunque tenga sus orígenes celestes, no es ciertamente divino. Lucifer
llegó a comprender que no era suficiente con ser uno de los predilectos del
Señor, no era suficiente, porque, sin importar los extremos, seguiría siendo
uno más en el rebaño.
La idea fue un
sobresalto, un chispazo en el corazón del Ángel. Dubitativo al principio, veraz
en consecuencia, tenía el germen de la liberación Pero este germen en sí mismo
era una amenaza no sólo contra el Creador sino contra la armonía del absoluto,
la disciplina y el infinito tedio de los cánticos. A partir de entonces uno de
los dos estaba demás y, aunque no existía la democracia, el poder de ahora en
adelante pertenecería al que ostentara la mayoría de entre los coros angélicos.
La frase “los gobiernos
están dirigidos por hombre y no por ángeles…” no es del todo feliz, aunque la
hayan pronunciado los fundadores del pueblo norteamericano y, luego, por Simón
Bolívar en el Discurso de Angostura, ambos con los matices del estilo del
discurso político que sustentaban, porque olvidan ese pequeño detalle de la
sublevación en los arcanos celestes.
Más cónsono con las
realidades humanas, James Frazer, en la Rama dorada, nos informa acerca del
poder en el santuario de Diana, y se advierte en la versión popular de la copla
llanera: hay que dormir con un ojo abierto y el otro cerrado.
Santa Cruz de Mara,
1//11/2012.
José Francisco Ortiz
Morillo
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